La receta infalible
1. Agüita fresca
Enjuaga la compresa bajo el grifo de agua FRÍA cuanto antes. Estruja la compresa como si fuera una pelota antiestrés, no la retuerzas. La puedes aclarar hasta que salga el agua clara.
2. Al barreño a remojo
Deja a remojo con la sangre mirando hacia abajo. En agua FRÍA. Min. 1h. Puedes ir acumulando compresas a remojo. Cambiando el agua a diario. Pon el barreño en un lugar fresco.
3. Aplicar jabón
Deja actuar. Sin frotar tela con tela. Usa tu mano para hacer espumita. Esto lo puedes hacer también entre el paso 1 y 2, pero no lo hagas si quieres reutilizar el agua del remojo.
4. Lavadora
Puedes terminar a mano. Pero mejor en la lavadora, en tu próxima colada. En frío o máx. 40º, sin suavizante y sin lejía. Secar al aire y evitar el sol directo.
La receta cómoda
1. Dejar secar
Deja secar la sangre de tu compresa. Así podrás lavarla o lavarlas cuando quieras o puedas. Ciérrala sobre sí misma con ayuda del botón y listo.
2. Al barreño a remojo
Cuando vayas a lavar, puedes meter un rato antes, todas las compresas usadas secas a remojo, en agua fría. Verás que soltarán gran parte de la sangre.
3. Aplicar jabón
Aclarar y aplicar jabón, dejándolo actuar. Puedes saltarte este paso si quieres y pasar directamente a la lavadora. Recordemos que es la receta cómoda :)
4. Lavadora
Puedes terminar a mano. Pero mejor en la lavadora. En frío o máx. 40º, sin suavizante y sin lejía. Secar al aire y evitar el sol directo.